viernes, 23 de septiembre de 2011

El otoño

Llevamos unas cuantas semanas sintiéndolo: los días se acortan, las noches se prolongan, la luz solar se torna oblicua y picajosa y la manga larga impone su presencia. Ya entró oficialmente el otoño.


Estamos en una estación vital, fértil, renovadora y de transición, se pasa del calor del verano al frío del invierno.


La primavera representa la juventud, otra la madurez; una la fuerza, otra la sabiduría; una el derroche, otra el ahorro previsor; una el rosa verdeante, otra el amarillo dorado; una la siembra y la poda, otra la siega y la vendimia: " Mucha flor en primavera, buen otoño nos espera." -dicen los agricultores, estableciendo así un puente sobre la calima veraniega.


El calendario agrícola del Panteón Real de León, cenit de la pintura altorrománica europea, representa al mes de septiembre con un vendimiador cosechando uvas, al de octubre con un ganadero recogiendo bellotas para su piara y al de noviembre con un carnicero ejecutando la matanza; diciembre queda reservado para banquetes y fiestas;


Cuatro escenas vigentes mil años después. Los asturianos recogemos en otoño el maíz, enriestramos panoyes en alegres esfoyazas y amasamos riques boroñes. Al mismo tiempo, vareamos y guetamos castañas que protagonizarán magüestos asadas en tambor o sartén, Y la sidra del duernu anunciará el inicio de una nueva y prometedora temporada, mientras los carros de bueyes, transformados en camiones, viajan de las pomaradas a los llagares, intensamente arrumados con perfume de magaya.


En el otoño el corral-pites, pollos, pichones, pavos, copones, pulardas-pide desplume y guiso.
Por las cuadras de los valles y de las montañas los gochos, xatos, vacas y corderos andan en su mejor sazón. Las escopetas cobran corzos, jabalíes codornices, perdices y becadas.


Los rastrillos pinzas, picos, ganchos, cuerdas y nasas para recoger ostras, almejas, mejillones, langostas, langostinos, centollos y percebes se mueven ligeros y productivos. Y las rulas exponen, en cambiantes proporciones según la jornada y la marejada, píxines, besugos, merluzas, meros y salmonetes, barbos, rayas lenguados,rodaballos, peces espada, bacalaos, chipirones, calamares y pulpos y un largo etecétera marinero.


¿Y la huerta? De la rama al surco la tierra estalla en generosidad: manzanas, peras, melocotones, plátanos, granadas, kiwis, naranjas, mandarinas, limones, menbrillos, frutos del bosque, almendras, las señaladas castañas, nueces, avellanas, lechugas, tomates, cebollas, pimientos, grelos, coles variadas, berenjenas, nabos, puerros, zanahorias, patatas y el retorno pujante y eufórico de las también primaverales setas. En definitiva, el otoño " si enllena la masera y enllena la panera faenos pasar l'inviernu de la meyor manera".

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